Si hay plagas, es problema nuestro.
Si no las hay, también.
Trabajamos con industrias que no se pueden permitir un error, con bares y restaurantes que no quieren una mala reseña y con comunidades de vecinos que buscan tranquilidad.
Miramos tu caso de cerca, sin prisa pero sin perder tiempo.
Tapamos accesos, cortamos cadenas y cerramos puertas a nuevas visitas indeseadas.
Aplicamos tratamientos eficaces, rápidos y adaptados a cada entorno.
Volvemos a revisar para asegurarnos de que todo está bajo control.
Porque no se trata de arrasar, sino de proteger tu espacio y el medio que nos rodea.
La mayoría de veces en menos de 24/48h.
Y si la situación es urgente, apretamos la agenda para estar ahí cuanto antes.
Sí. Usamos productos certificados y aplicamos protocolos pensados para que ni tu perro, ni tu gato ni tus hijos tengan nada que temer.
Por supuesto. Entregamos toda la documentación que suelen pedir los inspectores, para que tu negocio pase sin sobresaltos.
No nos gusta dejar cabos sueltos. Incluimos seguimiento y revisiones. Así evitamos que el problema se repita como un déjà vu.
Hacemos ambas cosas. La verdad es que gran parte de nuestro día a día son negocios, pero también atendemos viviendas particulares cuando lo necesitan.
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